Novedades científicas en el Talmud (5)
Cuenta la Guemará (en el Tratado de Babá Metziá 83b) que Rabí Elazar, el hijo de Rabí Shimón, tuvo que probar su “honorabilidad y lealtad” al imperio romano. Él era un hombre de gran contextura física, grueso de carnes, y se hizo una “cirugía plástica”: una operación para quitarse grasa del cuerpo.
Dice la Guemará que la operación se realizó en un lugar especial, revestido de mármol y esterilizado. Allí le abrieron las entrañas y le sacaron una gran cantidad de grasa, después de haberlo anestesiado con unas hierbas que contenían una sustancia narcótica que también servía como analgésico o calmante de dolores. La Guemará la llama “samá deshenatá” (sustancia somnífera).