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5. Tishrei 5786

בס”ד

Haftará de Sheminí

Vayósef od David
Shemuel II cap. 6-7

La Haftará de Sheminí relata sobre el traslado del Arca Sagrada a la ciudad de Jerusalem, y el festejo que el rey David realizó para celebrar el evento. “David bailaba con toda la fuerza ante HaShem, y David vestía un manto distinguido” (Shemuel II 6:14).

A Mijal, la esposa del rey David, le desagradó la conducta de su marido: “Y cuando el Arca de HaShem estaba llegando a la ciudad de David, Mijal –la hija de Shaúl– observó a través de la ventana, y vio al rey David haciendo piruetas y bailando delante de HaShem, y lo despreció en su corazón” (versículo 16).

Ella vio en David una conducta que no era adecuada para un rey; y apenas David regresó, se la echó en cara con un tono irónico: “¡Cuán honrado fue hoy el rey de Israel, que se descubrió hoy ante los ojos de las sirvientas de sus propios siervos, así como se descubre uno de los hombres bajos!” (versículo 20).

A Mijal le disgustó el hecho de que David bailó de una forma que no correspondía a un hombre de la nobleza. Pero el Midrash Yalkut Shimoní agrega que el punto esencial de su reproche fue que al bailar y al hacer piruetas el rey David descubrió sin darse cuenta una parte de su cuerpo. Le dijo Mijal: “¡La familia de la Casa de mi padre era más distinguida que tú! ¡Ellos se cuidaban de mantener su cuerpo tapado, para que no se viera ni la palma de su mano ni la palma del pie, o algún talón al descubierto! ¡Todos eran más honrados que tú!”

David no se comportó en forma inapropiada, sólo ocurrió que algunas partes de su cuerpo –que no eran íntimas (como la palma del pie o el talón)– quedaron descubiertas al bailar delante del Arca.

“Le dijo David a Mijal: (He bailado) delante de HaShem, que me ha elegido en lugar de tu padre y de toda su Casa, para ordenarme como Rey sobre el pueblo de HaShem, sobre Israel; ¡por eso bailé delante de HaShem!” (versículo 21).

El Midrash explica que David le quiso decir: “Los hombres de la Casa de tu padre buscaban su honor personal y dejaban de lado el honor de Dios, pero yo no hago eso. ¡Yo dejo de lado mi honor personal y busco el honor de Dios!”