El sitio destinado a reunir toda la Torá del Rab Iona Blickstein zt”l

5. Tishrei 5786

בס”ד

El rescate del primogénito

Pregunta

¿Nos podría enseñar algunas leyes del Pidión Habén? Y una pregunta específica: A un amigo le nació su primer hijo, pero como es muy pequeño (prematuro), fue puesto en la incubadora. ¿Se puede hacer el Pidión antes del Berit?

Respuesta

La Torá nos enseña (Bamidvar 18:15-18) que todos los varones primogénitos del hombre, así como los machos primogénitos de los animales, pertenecen a HaShem. Los varones primogénitos del hombre debían ser consagrados al servicio a Dios en forma activa, mientras que los primogénitos de los animales puros debían ser entregados al Cohén (sacerdote). Los primogénitos de los asnos eran “redimidos”, es decir, readquiridos mediante un cordero que era dado al Cohén y los sustituía.

Los hijos primogénitos también pueden ser formalmente “redimidos” (readquiridos del Cohén) mediante el pago de cinco shekalim (unas monedas de plata de la época bíblica).

La ceremonia de “redención” o “rescate” del primogénito se llama en hebreo Pidión habén, y figura en los Sidurim (libros de oraciones). En ella, el Cohén le pregunta al padre: “¿Qué prefieres? ¿Tu hijo primogénito o las cinco monedas mediante las cuales debes redimirlo?” Y el padre responde que prefiere a su hijo primogénito.

Luego el padre toma las monedas de plata o el equivalente a su valor, y recita dos bendiciones: (a) Baruj Atá… asher kideshanu bemitzvotav vetzivanu al pidión habén (Bendito eres Tú… Que nos consagró mediante Sus preceptos y nos ordenó sobre el rescate del hijo); (b) Baruj Atá… shehejeyanu vekiemanu vehiguianu lazemán hazé (Bendito eres Tú… Que nos mantuvo con vida, nos preservó y nos hizo llegar a este momento). Por último, el padre le da el dinero al Cohén y dice: “Éste es el rescate por mi hijo primogénito”, y el Cohén toma el dinero y bendice al niño.

Esta ceremonia es acompañada generalmente por una comida bien preparada, en la cual deben participar diez varones adultos por lo menos.

He aquí algunas leyes relativas al Pidión habén:

  1. El padre debe redimir a su hijo, el primogénito de su esposa, de manos de un Cohén. Para ello le debe dar el valor de 5 shekalim (unas monedas de plata de la época bíblica).
  2. Cada shékel bíblico pesaba 18-20 gr aproximadamente. Es decir que para redimir a su hijo el padre le debe dar al Cohén el valor de 90-100 g de plata pura en el mercado local. Puede darle dinero en efectivo o algún objeto de valor equivalente. Pero hoy en día es posible conseguir monedas de plata que tienen exactamente el peso de 1 shékel bíblico, y lo mejor es darle al Cohén cinco monedas de esas.
  3. El padre debe saber que le da al Cohén las monedas o el dinero como pago por el rescate, y el dinero pasa a ser del Cohén. Si después del Pidión el Cohén desea devolverle el dinero al padre del niño, puede hacerlo. El padre también puede acordar de antemano con el Cohén que le dará el dinero del rescate a modo de “donación condicionada a ser devuelta”.
  4. Para cumplir la mitzvá del rescate lo mejor es elegir un Cohén instruido en la ley, temeroso de Dios y perteneciente a una familia conocida de Cohanim. No obstante, todo Cohén es apto para redimir a un primogénito. Y es correcto elegir a un Cohén pobre, para que se quede con el dinero.
  5. Si el padre le dijo a un Cohén determinado que mediante él redimirá a su hijo, le está prohibido retractarse y buscar otro Cohén. Sin embargo, si se retractó y lo redimió mediante otro Cohén, la redención igualmente es válida.
  6. El padre está exento de redimir a su hijo primogénito si él o la madre del niño son Cohén o Leví.
  7. El padre sólo debe redimir a su primogénito si nació por parto natural, no por cesárea. Y es preciso que el niño realmente sea “primogénito”, es decir, el primer bebé que la madre da a luz. Si la madre ya ha dado a luz una hija antes del nacimiento de un varón, el niño no requiere ser redimido. Si antes de este nacimiento la mujer tuvo un aborto, se debe consultar a un Rabino.
  8. No se debe redimir al primogénito antes de que pasen 30 días desde el nacimiento, y al llegar el día 31 se debe tratar de redimirlo inmediatamente, para no posponer el cumplimiento del precepto.
  9. No se puede redimir al primogénito en Shabat o Yom Tov, pero está permitido redimirlo en los días intermedios de la festividad (Jol hamoed). Por eso, si el día 31 desde el nacimiento cae en Shabat o Yom Tov, el rescate se debe posponer al día siguiente.
  10. Actualmente, muchos judíos sefaraditas realizan el Pidión habén tanto de día como de noche. Y hay quienes acostumbran efectuar la redención solamente durante las horas del día, y así es la costumbre general entre los judíos ashkenazitas (excepto en determinados casos especiales, en los cuales se recomienda consultar con un Rabino).
  11. Se debe redimir un hijo que es primogénito de parte de su madre, aunque no sea primogénito de parte de su padre. Por otro lado, si un hombre que jamás ha estado casado contrae matrimonio con una mujer que ya ha tenido hijos de otro esposo, el primer hijo del nuevo matrimonio no debe ser redimido.
  12. La ceremonia de la redención se debe realizar en la forma prescrita en los libros de oraciones.
  13. No es necesario que el niño esté presente para redimirlo. Si el padre viajó a otra ciudad o lugar, puede redimir a su hijo mediante un Cohén en cualquier lugar, diciéndole: “Tengo un hijo primogénito para redimir”, y el Cohén le pregunta: “¿Qué prefieres? ¿Tu hijo primogénito o las cinco monedas mediante las cuales debes redimirlo?”, etc.
  14. Si por cualquier razón un hijo primogénito no ha sido redimido por su padre, cuando crezca tendrá la obligación a redimirse a sí mismo mediante un Cohén.

(Basado en la obra Síntesis del Shulján Aruj, con varios agregados)

Y con respecto a la pregunta de su amigo:

Como es sabido, normalmente se hace primero el Berit milá (la circuncisión), en el día octavo del bebé –si es que está sano–, y luego se hace el Pidión habén (el rescate), después del día treinta desde el nacimiento.

Pero en este caso el primogénito nació muy pequeño (prematuro) y fue puesto en la incubadora, y por el momento no lo pueden circuncidar. La pregunta es si habrán de esperar a que mejore su salud para hacer el Berit milá y luego harán el Pidión habén, o si aún está en la incubadora al llegar el día 31 harán el Pidión, y cuando mejore le harán la circuncisión.

Al respecto, escribió el Gran Rabino Itzjak Nisim zt”l en Shaná Beshaná, la publicación oficial del Gran Rabinato de Israel:

“Si llegó el tiempo del Pidión habén –es decir, el día 31– y el niño aún no está suficientemente sano para hacerle la circuncisión, igualmente se debe realizar el Pidión en el tiempo adecuado, y cuando se pueda le harán el Berit milá. Pero si los padres quieren esperar hasta que el niño salga sano de la incubadora, y entonces hacer el Berit milá y el Pidión habén en un mismo tiempo, no se los debe presionar y se puede dejar que hagan su voluntad”.

No obstante, si el día 31 mismo ya se lo puede circuncidar, los Rabinos concuerdan en que primero se lo circuncidará y luego se le hará el Pidión (véase Shaj, Yoré Deá 305:12).