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5. Tishrei 5786

בס”ד

El primer discurso de Rabí Leví Itzjak en Berditchev

Cuando Rabí Leví Itzjak llegó a la congregación de Berditchev para ocupar el puesto de Rabino, fue recibido con todos los honores por los dirigentes comunitarios y por los habitantes de la ciudad. Él ya era conocido en todo el país como un gran sabio y erudito, y como uno de los justos de la generación.

Durante su primer discurso, entre otras cosas, el Rabí dijo que en el Tratado de Berajot (54b), nuestros Sabios nos enseñaron que el que entra a la ciudad debe rezar dos oraciones, una al entrar –para que sea bien recibido y no le ocurra nada malo–, y otra al salir –para que salga sin ningún problema y con buen nombre–.

“Esta orden es un poco extraña”, acotó el Rabí. “La Mishná habla de una persona que recién entra a la ciudad. ¿Por qué en ese momento se le recuerda que debe pronunciar una segunda oración al salir del lugar?”

Prosiguió el Rabí:

“Sin embargo, en ese imperativo de la Mishná encuentro una enseñanza importante con respecto a mi situación. Un Rabino que comienza a servir en una nueva comunidad debe rezar para que cuando termine su cadencia esté en la misma posición que cuando comenzó. Para que durante toda su estadía en la ciudad amerite la buena predisposición de los dirigentes y de los miembros de la comunidad. Debe rezar dos oraciones, ‘una al entrar y otra al salir’; que no haya diferencia alguna entre el primero día y el último día de sus funciones como Rabino y Guía espiritual de la congregación”.