El más pobre de los pobres
Una vez, un judío se acercó al Rab Israel Meír de Radin, el Jafetz Jaím zt”l, y le dijo, como alabándose:
“El Creador me concedió todo lo que necesito. ¡Soy muy rico y no me faltaba nada en la vida!”
Le dijo el Rabí:
“Si has llegado a tan buena posición, es tiempo de que dediques unas cuantas horas por día al estudio de la Torá. ¡Nuestros Sabios dijeron que ‘el estudio de la Torá equivale a todas las mitzvot’!”
Al escuchar el consejo del Jafetz Jaím, aquel hombre quedó confundido… Unos segundos después le dijo:
“Me es imposible estudiar todos los días, pues no tengo suficiente tiempo libre. Mis negocios son muy complejos y necesitan mi entera dedicación”.
“¡Si es así, eres el más pobre de los pobres!”, se lamentó el Rabí. “¡Si no tienes tiempo libre para lo que necesitas, ¿qué tienes?!”
Luego agregó el Jafetz Jaím, como hablándose a sí mismo: “¡No hay nada más trágico que la falta de tiempo…!”