El penitente y su pena
Un judío que vivió una vida alejada de la Torá y los preceptos, de repente empezó a sentir arrepentimiento por los malos caminos que siguió.
Él quiso pedir guía y consejo para comenzar una nueva vida, y se allegó al tzadik Rabí Naftalí de Rupshitz z”l. Sin embargo, al estar ante el Rebe, en el momento que debía contarle los pecados que cometió, sintió mucha pena, vergüenza y dolor…
Tratando de ocultarle su problema, le dijo:
“Rebe, vengo en una misión especial… en nombre de un amigo que cometió los peores pecados… Como él no se atrevió a venir personalmente ante usted, me mandó a preguntarle qué hacer para volver al camino de la Torá…”
Rabí Naftalí de Rupshitz zt”l era conocido como un hombre inteligente y difícil de engañar, y realmente comprendió que “el enviado” era el mismo arrepentido.
Le contestó el Rebe:
“Pienso que tu amigo no es muy inteligente…, ya que él mismo podría haber venido, y decirme que vino en nombre de un penitente que se avergüenza de aparecerse ante mí y confesar sus pecados…”