La tzedaká segura
Así contaba Rabí Meír de Premishlán zt”l:
Decidí ser gabay (responsable) de un fondo de tzedaká, por algo que me sucedió…
Una vez soñé que subí al Cielo, y vi que trajeron un erudito de la Torá que había fallecido. Él pensó que entraría en el Gan Eden (Paraíso) porque… toda su vida había estudiado Torá…
Le dijeron: “¡Espera, vamos a ver si tu estudio fue como corresponde y con buenas intenciones…!”
Luego llegó un tzadik (justo) lleno de tefilot. Por todos sus rezos y oraciones quiso entrar al Gan Eden.
Pero también a él le dijeron: “¡Un momento, veremos si tus rezos fueron pronunciados con sinceridad y verdad…!”
Por último, vino una persona simple, pero llena de tzedakot, de toda clase de donaciones y actos de caridad. Sin demora, lo recibieron en el Paraíso. Dijeron: “No importa si no diste la caridad con la intención correcta; lo importante es que diste vida a los pobres”.
Concluyó Rabí Meír de Premishlán:
“En ese momento pensé: Lo seguro es seguro. ¡Seré gabay de tzedaká! ¡Reuniré fondos para ayudar a los necesitados!”