Felicidad y tristeza
Cuando la persona se siente feliz durante todo el día, con facilidad puede dedicar cierto tiempo para expresar sus pensamientos ante Dios con corazón contrito. Pero cuando se está deprimido es muy difícil orar y hablar con Dios.
(Sijot HaRán, 20)
La verdadera contrición
La contrición (es decir, el arrepentimiento por los pecados cometidos) no se relaciona de manera alguna con la tristeza y la depresión; pues la depresión proviene del “lado del mal”, y es aborrecida por Dios.
Y sería muy bueno sentir todo el día contrición y quebranto en el corazón, pero eso con facilidad podría hacer que la persona cayera en la depresión. Por eso, sólo debe dedicarse a esto cierto tiempo cada día, orando ante Dios con corazón contrito, lo que le permitirá sentir alegría el resto del día.
(Sijot HaRán, 41)