Aliviar la carga de nuestros semejantes
Refiriéndose al Arca sagrada, dice en Parashat Terumá: “Y la cubrirás de oro puro, por dentro y por fuera la cubrirás” (Shemot 25:11).
Explica Rashí: “Tres arcas hizo Betzalel, dos de oro y una de madera. Cada una tenía cuatro paredes y la base, y por arriba estaba abierta. Puso la de madera dentro de la de oro y la de oro dentro de la madera, y las cubrió por arriba con oro. Así el Arca resultó cubierta por dentro y por fuera (con oro)”.
¿Por qué razón el Arca era así, de madera cubierta con oro por dentro y por fuera?
Hay varias explicaciones y enseñanzas con respecto a esto. Una de ellas dice que la razón es porque los levitas tenían que cargar el Arca durante la travesía del desierto, y si fuera totalmente de oro sería muy pesada para ellos.
De acá los Sabios aprenden que tenemos que cuidarnos de no ser una carga para nuestros semejantes.
Ilustremos este pensamiento con la siguiente anécdota:
En sus últimos años de vida, Rabí Yosef Jaim Zonenfeld z”l, el Gran Rabino de Jerusalem, alquilaba un cuarto en el orfanato “Diskin” durante el verano. Los médicos le habían aconsejado tomar aire fresco, pues sería muy bueno para su salud.
Él insistía en pagar todo el alquiler mensual, aunque permanecía allí menos de un mes. Durante su último año de vida suspendió su estadía en el orfanato más temprano de lo habitual, y volvió a su casa en la Ciudad Vieja de Jerusalem. Su familia y los médicos trataron de persuadirlo para que prolongara su estadía, pero él rehusó hacerlo.
Cuando el Rab Moshe Blau (Bloi) le preguntó sobre su conducta, el Rab Zonenfeld le explicó:
“Tú ves que soy muy anciano, y mi tiempo ya está terminando… No quiero molestar a los miembros de la Jevrá Kadishá (la sociedad que se encarga de los entierros), y que me tengan que llevar todo el camino desde el orfanato hasta el cementerio. Mi casa está más cerca”.
(Amudá Denehorá págs. 28-29)