Solidaridad con el pobre
- Si un hombre le da a su prójimo todos los bienes de la tierra, pero con cara de enojo y de mala gana, se le considera como si no le hubiera dado nada. En cambio, al que recibe a su prójimo con amabilidad, aun si no le puede dar nada, se le considera como si le hubiera dado todos los bienes de la tierra (Avot de Rabí Natán, capítulo 3).
- El versículo en el libro del profeta Yeshayahu dice: “Si le entregas tu alma al hambriento…” (Yeshayahu 58:10). Comentó Rabí Leví: Cuando no tengas nada para darle a un hambriento, consuélalo con palabras. Dile: “¡Mi alma sufre contigo porque no tengo nada para darte…!” (Midrash Vaikrá Rabá 34:15).