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6. Tishrei 5786

בס”ד

La bendición especial que Dios otorgó a Pinejás

En una de las aldeas de Galitzia (una zona entre Ucrania y Polonia), se había despertado una gran controversia entre los miembros de la comunidad. El Rabino del lugar había fallecido y debían elegir un sucesor. Tan grande fue el desacuerdo y la tensión, que en medio del entierro, cuando alguien estaba dirigiendo un discurso sobre la personalidad y los buenos actos del venerado Rabino que acababa de fallecer, también se escucharon en voz alta las distintas opiniones sobre el discutido tema.

Cuando le contaron sobre el caso a Rabí Meír de Premishlán zt”l, comentó:

Ahora entiendo el significado de la bendición que Dios le otorgó a Pinejás: “He aquí, Yo le concedo a él Mi pacto de paz. Y será para él y sus descendientes un pacto de sacerdocio eterno…” (Bamidvar 25:12-13).

Al leer esto nos preguntamos: ¿Qué relación hay entre las palabras de estos dos versículos? ¿Qué relación hay entre “Mi pacto de paz” y “será para él y sus descendientes un pacto de sacerdocio eterno”?

La respuesta es que muchas veces el Satán vuelve a la carga con redoblado esfuerzo después de que la persona fallece, cuando se llega a “sus descendientes”. Cuando llega el momento de elegir un “sucesor”. Es entonces cuando el fuego de la división y las disputas se “extiende por todos lados”.

Por esa razón Dios recompensó a Pinejás con la bendición de: “He aquí, Yo le concedo a él Mi pacto de paz”, pero además agregó que esa bendición “será para él y sus descendientes un pacto de sacerdocio eterno”, para siempre. Después de finalizar sus días en este mundo, no habrá discusión alguna sobre su sucesor.