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5. Tishrei 5786

בס”ד

La beneficencia del Jafetz Jaím

Era el año 1898. El justo y venerado Rabí Israel Meír de Radin –el Jafetz Jaím zt”l– había cumplido sesenta años, y ya era bien conocido por su gran erudición. Pero él no quería servir como Rabino de comunidad, y entonces ganaba su preciado sustento mediante una pequeña tienda de alimentos que le pertenecía.

Al principio de ese año, el Rabí aceptó ocupar el puesto de director de una Yeshivá situada en Vashilashok (en el condado de Vilna, Bielorrusia) durante un semestre. Era un institución recién formada. Su fundador, Rabí Itzjak Hacohén Kaplan z”l, le había asegurado pagar todos sus gastos y darle al final del tiempo estipulado la suma de 50 rublos.

Pasaron los meses del otoño y el invierno, y al comienzo de Nisán Rabí Meír empacó sus pocas pertenencias, preparándose para volver a su hogar. Rabí Itzjak Kaplan se despidió de él calurosamente, y le entregó la suma estipulada de antemano: 50 rublos.

Al día siguiente el Jafetz Jaím se dirigió al mercado de los carreteros para alquilar los servicios de uno que lo llevara a su casa. Pero, de repente, escuchó una conversación…

“El casamiento de la pobre huérfana será anulado…”, dijo uno.

“¿Por qué?”, le preguntó su interlocutor.

“Porque la pobre no tiene suficiente dinero para los gastos de la boda…”, le respondió el primero.

Rabí Meír no perdió tiempo y se dirigió a la casa de la pobre novia. Al llegar le entregó como regalo los 50 rublos que recibió del Rab Kaplan, sin quedarse siquiera con la cantidad que necesitaba para el viaje de regreso a su pueblo…

“¡No tengo de que preocuparme!”, dijo el Jafetz Jaím, contento por la mitzvá que realizó. “La gente me conoce, y seguro encontraré quién me preste dinero para el viaje. ¡Pero ésta pobre huérfana que tiene que casarse, ¿y quién se apiadará de ella, si yo no lo haré?!”