Otra clase de reloj
Rabí Ber de Rodzitch zt”l pasó cierta vez una noche en una hostería.
A la mañana siguiente preguntó al posadero: “¿De dónde sacaste ese reloj de carillón encantador? ¡Cada vez que el reloj daba la hora, sentí una oleada de júbilo y salté de alegría!”
Le respondió el posadero: “Ese reloj perteneció a un viajero que no tuvo dinero para pagar su estadía, y dejó el reloj de garantía. Dijo que de regreso pasaría a recuperarlo”.
“¡Ese maravilloso reloj sólo pudo haber pertenecido al Rebe de Lublín!”, dijo Rabí Ber, y agregó:
“Un reloj es por lo general un instrumento deprimente. Está recordándonos constantemente los minutos de nuestra vida que han pasado y son irrecuperables. Pero con el reloj de Rebe de Lublin no ocurría eso. ¡Cada vez que sonaba el carillón de su reloj, éste indicaba que estábamos muchos más próximos a la redención y la llegada del Mashíaj!”
Entendamos al tiempo como la salvación de la humanidad, y de esa manera aumentaremos la alegría de vivir.