¿Qué aprendió el Rebe de Kuzmir de la orden a los espías?
Un judío que vivió durante muchos años en una aldea en el centro de Polonia se apersonó ante el Rabí de Kuzmir zt”l. Quería pedirle un buen consejo pues no sabía qué hacer: ¿mudarse del pueblo a la ciudad o quedarse en su lugar?
Aquel preocupado judío le relató y describió en detalle lo difícil y compleja que era la vida en el pequeño pueblito. “No hay minián, ni otras cosas necesarias para vivir como un buen judío”, le dijo al Rabí.
Cuando finalizó sus palabras, dijo el tzadik de Kuzmir:
Nuestro Maestro Moshé envió a los doce exploradores a la tierra de Kenaan y les dijo: “Vean cómo es la tierra y el pueblo que la habita; si es fuerte o si es débil… si habitan en ciudades abiertas o amuralladas…” (Bamidvar 13:18-19). Sobre esto comenta Rashí, en base al Midrash:
“Él les dio una señal: si habitan en ciudades abiertas (sin muralla), eso significa que son fuertes y se apoyan en su valentía –es decir que están llenos de coraje, y tienen fe y confianza en sí mismos–; y si habitan en ciudades amuralladas, eso significa que son débiles –y no confían en sí mismos–”.
Luego agregó el Rabí:
En las palabras de Rashí encontrarás la respuesta a tu problema. Si tú te sientes fuerte –y “fuerte” es aquél que controla su instinto (Pirké Avot 4:1)–, entonces podrás vivir en cualquier lugar y no tendrás ningún problema para preservar tu identidad judía.
Pero, si no te sientes fuerte de espíritu, es mejor que habites en “ciudades fortificadas”, donde hay muchos judíos, Rabinos, Yeshivot, sinagogas. ¡Porque allá no tendrás la necesidad de esconder tu judaísmo!