¡Vete a todos los vientos!
El Rebe Rabí Yaacov Arié de Radzimín zt”l llegó en uno de sus viajes a una aldea. Al escuchar que el tzadik (justo) llegó al pueblo, los judíos fueron a recibir su bendición.
Cada uno quería ser el primero, y se empujaban unos a otros.
Uno de ellos lo hacía con particular fuerza y violencia… Tan grande era su deseo de recibir una bendición, que el Rabí le dijo: “¡Vete a todos lados con el viento!”
El hombre se asustó y soltó un llanto, ya que pensó que el Rabí lo había maldecido…
Pero el Rabí exclamó: “!Tonto! ¿Acaso no es ésta la bendición que Dios le dio a Yaacov, cuando le dijo: ‘Y tu descendencia será como el polvo de la tierra, y te extenderás al oeste y al este, y al norte y al sur’ (Bereshit 28:14)?”