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Guía práctica de Pésaj - Cuarta parte

Hay muchas cosas para estudiar antes de Pésaj. Esta pequeña guía práctica viene a refrescar los conceptos.

En la Hagadá de Pésaj para toda la familia del Rabino Iona Blickstein z”l, el lector podrá encontrar más explicaciones e información, así como artículos adicionales.

Los días de la festividad

El día 15 del mes de Nisán celebramos la fiesta de Pésaj para recordar nuestra salida de la esclavitud egipcia.

En la Tierra de Israel, Pésaj tiene siete días de duración, así como indica la Torá. Es decir que se celebra del 15 al 21 de Nisán.

En la diáspora, a las festividades que la Torá ordenó se les agrega un día más. Esto se debe a una antigua duda con respecto a la fijación de los meses. Entonces, fuera de Israel la fiesta de Pésaj tiene ocho días de duración: del 15 al 22 de Nisán.

Yom Tov y Jol Hamoed

En general, la Torá se refiere a todos los días festivos como Mikraé kódesh, “Días de sagrada convocación”. Así también nos referimos en nuestros rezos a todos los días de festividad. Sin embargo, no todos los días festivos tienen el mismo carácter y la misma santidad.

En Éretz Israel, el primero y el séptimo día de la fiesta tienen el carácter de Yom Tov – literalmente: “Día bueno”–. Los días de Yom Tov tienen una santidad muy elevada, y en ellos está prohibido realizar la mayoría de las 39 labores prohibidas en Shabat. Sólo algunas acciones específicas relacionadas con la preparación de alimentos están permitidas en Yom Tov (a diferencia de Shabat).

Los cinco días intermedios de la fiesta son de menor santidad. Estos días reciben el nombre de Jol Hamoed, pues en cierto sentido son como días “hábiles” dentro de la festividad, aunque en verdad son semifestivos. Con determinadas condiciones, muchas de las labores prohibidas en Yom Tov se pueden realizar en esos días intermedios (véase más adelante).

Fuera de la Tierra de Israel, por cada día de Yom Tov hay que cuidar y observar dos días de Yom Tov, como es sabido. Por eso, en la diáspora son días de Yom Tov el primero y segundo día de la fiesta, así como también el séptimo día y el octavo.

Según esto, los días intermedios de la festividad en la diáspora son solamente cuatro.

Sólo dos fiestas tienen días de Jol Hamoed: Pésaj y Sucot.

Trabajos prohibidos en Jol Hamoed

Aunque los días de Jol Hamoed tienen menos santidad que los días de Yom Tov, nuestros Sabios igualmente se expresaron en forma muy clara sobre el gran pecado que cometen aquellos que realizan labores prohibidas en Jol Hamoed.

Las leyes de Jol Hamoed son numerosas y requieren un estudio profundo, por eso se debe consultar los libros de Halajá especializados en el tema. De todas formas, en general podemos decir que, como la santidad de Jol Hamoed es menor que la de Yom Tov, hay cierta clase de actividades que están permitidas en los días intermedios.

  1. En Jol Hamoed se puede hacer cualquier labor habitual con el objetivo de preparar alimentos para comer en la fiesta. Se puede comprar alimentos, lavarlos, pelarlos, trozarlos, cocinar, hornear, etc. Pero está prohibido cocinar algo que se desea comer después del final de la festividad.
  2. Se puede hacer cualquier labor necesaria para el cuidado del cuerpo en Jol Hamoed. Está permitido bañarse normalmente con agua caliente y jabón, secarse y escurrir el cabello, etc. Las mujeres tienen permitido maquillarse y acicalarse.
  3. En Jol Hamoed se puede realizar incluso la mayoría de los 39 trabajos, si se cumplen tres condiciones: (a) se necesitan para la fiesta, (b) se realizan en forma “aficionada y no profesional”, (c) su realización no se pospuso intencionalmente para la fiesta.

Por ejemplo: Si surgió un problema en la instalación eléctrica del hogar, el marido podrá repararlo en forma no profesional (pero segura). Está permitido planchar en forma simple la ropa que se necesita para todos los días de la fiesta, si no se pudo planchar antes del comienzo de la misma. Si en alguna ropa se soltó un botón, estará permitido coserlo nuevamente. Está permitido imprimir el Folleto semanal Midrash Moshé para leer en la mesa junto a la familia durante la festividad.

  1. No obstante lo antedicho, nuestros Sabios prohibieron en general lavar la ropa y afeitarse o cortarse el cabello en Jol Hamoed. (Hay algunos casos particulares en los que permitieron hacerlo, y se debe consultar con un Rabino al respecto.)
  2. Por otro lado, está lo que se denomina Dabar haaved, es decir, situaciones que pueden implicar una pérdida económica en caso de no realizar una labor específica. En dichas situaciones, en general se puede realizar la labor requerida con el objetivo de no tener la pérdida.

Un ejemplo: Si alguien sabe que de no trabajar en Jol Hamoed será despedido de su trabajo, podrá trabajar en estos días. No obstante, de antemano debe prevenir la situación y pedir que los días de la festividad se le descuenten de los días libres que anualmente se puede tomar.

Otro ejemplo: Si se manchó una ropa, y de no lavarla en Jol Hamoed la mancha no saldrá más y la ropa se arruinará, estará permitido lavarla. Sin embargo, si el área manchada es pequeña y alcanza lavar sólo el área de la mancha, se podrá lavar solamente la mancha y estará prohibido lavar toda la ropa.

Honrar los días de Jol Hamoed

Como los días de Jol Hamoed tienen santidad, es obligación honrar los días de Jol Hamoed vistiendo ropas limpias y bien presentables, más que las que vestimos en un día hábil normal.

También debemos prestar atención a que nuestro hogar esté limpio y arreglado en estos días.

Es un precepto de la Tora alegrarse y regocijarse en los días de Jol Hamoed, como dice el versículo: Vesamajtá bejagueja, “Te alegrarás en tu fiesta” (Devarim 16:14).

Debemos comer comidas apetitosas. En principio es correcto comer por lo menos una comida diaria con matzá, carne y vino durante los días de Jol Hamoed. (No obstante, no hay una obligación halájica formal de comer matzá cada día; por eso, si alguien prefiere no hacerlo por alguna razón, tiene permitido abstenerse.)

Asimismo, es una obligación del hombre alegrar a todos miembros de su familia en las festividades. A la esposa debe comprarle joyas, ropas o zapatos (según sus posibilidades), y a los niños debe repartirles dulces y golosinas, etc. “Y quien incumple esta mitzvá y no se alegra, y no alegra a su familia y a los pobres como podría hacerlo, anula un precepto activo” (Séfer Hajinuj, mitzvá 488).

Los hombres también tienen el deber incrementar el estudio de Torá todos los días de la festividad, por dos razones:

(a) Porque las fiestas realmente nos fueron dadas para estudiar Torá. Durante todo el año todos estamos muy dedicados a nuestros trabajos y ocupaciones, y no tenemos tanto tiempo libre para estudiar. Por eso debemos aprovechar los días festivos para estudiar más. Y esta es una de las razones de porqué muchas labores están prohibidas también en los días de Jol Hamoed (véase más adelante).

(b) Porque es una mitzvá alegrarse en las fiestas. Y con respecto al estudio de la Torá, el rey David ya dijo: “Los preceptos de Dios son rectos, alegran el corazón” (Tehilim 19:9).

En eI Talmud Yerushalmi (Moed Katán 2:3), el sabio Rabí Aba bar Mamal se quejó de la situación del pueblo en Jol Hamoed, y expresó que de contar con alguna Autoridad Rabínica que lo apoyara, él permitiría realizar labores en Jol Hamoed. Él explicó: “El motivo por el cual no se puede trabajar en Jol Hamoed es para que las personas coman, beban e incrementen el estudio de Torá, ¡pero de hecho las personas comen, beben y se dedican al ocio y a las futilidades, y no estudian Torá!”

En base a esto, el Rab Ovadiá Yosef zt”l escribió que está absolutamente prohibido jugar a las cartas o a otros juegos de azar en Jol Hamoed –incluso más que realizar trabajos–, pues toda la intención de HaShem al darnos estos días sagrados fue que nos sirvieran para apegarnos más a la Torá y a los preceptos.