El mes de Siván
¿Sabía usted?
- Siván es el tercer mes del calendario, según la Torá. En el Tanaj (la Biblia) es llamado con este mismo nombre.
- El mes de Siván siempre tiene un solo día de Rosh Jódesh, “Comienzo de mes”.
- El origen del nombre Siván es babilonio.
- El signo zodiacal relacionado con Siván es Teomim (Géminis), representado por la figura de los gemelos.
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Siván es el tercer mes del calendario judío, cuyos meses se cuentan a partir de Nisán (mes en que salimos de Egipto), como indica la Torá. Contando desde Tishré, Siván es el noveno mes del año.
Siván siempre tiene un solo día de Rosh Jódesh, “Comienzo de mes”. La duración de Siván es siempre de 30 días.
Así como los nombres de los demás meses del calendario judío, también el nombre de este mes proviene de babilonia, adonde los judíos fueron exiliados después de la destrucción del primer Templo Sagrado de Jerusalem. En el Tanaj (la Biblia), el nombre Siván figura en la Meguilat Ester: “Fueron convocados los escribas del rey en ese momento, en el mes tercero, que es el mes de Siván…” (Ester 8:9).
El mes de Siván y la entrega de la Torá
A este mes se refiere el texto bíblico, cuando antes de la entrega de la Torá dice: “Al tercer mes de salir los hijos de Israel de la tierra de Egipto, ese mismo día llegaron al desierto del Sinai” (Shemot 19:1).
De hecho, en este mes también ocurrió aquel gran acontecimiento en la historia del pueblo judío: la entrega de la Torá en el monte Sinai, la cual recordamos mediante la festividad de Shavuot.
Dijeron nuestros Sabios en la Guemará: “¡Bendito sea el Misericordioso, que dio una Torá triple a un pueblo triple en el tercer mes a través de tres!” (Shabat 88a).
“Una Torá triple” se refiere a las tres partes o secciones de la Biblia: la Torá (el Pentateuco, los cinco libros de Moshé); los Neviím (los libros de los Profetas); y los Ketuvim (los libros de los Hagiógrafos). “A un pueblo triple” se refiere a las tres partes de nuestro pueblo: los Cohanim, los Leviím, y los Israelim. “En el tercer mes”: se refiere al mes de Siván, que es el tercer mes desde Nisán, cuando salimos de Egipto. “A través de tres”: se refiere a los tres líderes que tuvo nuestro pueblo en el desierto: Moshé, Aharón y Miriam.
Según la obra kabalística Séfer Yetzirá, cada mes del año judío se relaciona alegóricamente con una letra del alfabeto hebreo, con una Tribu del pueblo y con un signo zodiacal.
La letra relacionada con este mes es la zain, cuyo valor numérico es siete –número que profusamente figura en la Torá–. La Torá fue dada en Shabat, el séptimo día de la semana. Según la opinión de Rabí Yosí en la Guemará, la Torá fue dada en el séptimo día de Siván. Además, la Tribu que se relaciona con Siván es Zebulún, cuyo nombre comienza con la letra zain.
Siván es el tercer mes, pero su letra es la zain. En el mes de Siván se leen semanalmente las parashot del comienzo del libro de Bamidbar. En la tercera porción, Behaalotejá –que siempre se lee después de la fiesta de Shavuot–, encontramos una sección de dos versículos: Vayehí binsóa haarón vayomer Moshé… – “Y cuando el arca se desplazaba, Moshé decía…” (Bamidbar 10:35-36). Curiosamente, esta sección está “separada” y diferenciada del texto que le antecede y que le sigue por medio de dos letras nun invertidas.
Nuestros Sabios enseñan que, de algún modo, estas “marcas” en el texto bíblico convierten a esos dos pesukim en un libro “por separado”. Según esto, la Torá no tendría cinco libros, sino siete: (1) Bereshit; (2) Shemot; (3) Vaikrá; (4) desde el comienzo de Bamidbar hasta antes de Vayehí binsóa; (5) los dos pesukim de Vayehí binsóa; (6) desde allí hasta el final del libro de Bamidbar; (7) y el libro de Devarim. A esto alude el versículo: “Ella esculpió sus columnas en siete” (Mishlé 9:1).
De querer representar ambas “divisiones” de la Torá, en cinco y siete libros, esto se haría por medio de las letras he y zain, cuyo valor numérico es 5 y 7 respectivamente. Con estas dos letras se forma la palabra ze, la cual alude al máximo nivel de profecía, al cual ameritó llegar Moshé Rabenu. Esto está referido en el versículo: Ze hadabar asher tzivá HaShem, “Esta es la palabra que ordenó HaShem” (Bamidbar 30:2).
Un dato adicional: El signo zodiacal relacionado con el mes de Siván es Teomim (Géminis), representado por la figura de los gemelos. Esto simboliza las dos Tablas del Testimonio que HaShem le dio a Moshé en el monte Sinai, las cuales eran absolutamente iguales, y en las cuales figuraban los Diez Mandamientos escritos en forma enfrentada, cinco en una tabla y cinco en la otra.
Los primeros días de Siván
Los primeros días del mes de Siván hasta después de la fiesta de Shavuot son días especiales, y tienen un poco de “santidad”.
El 1 de Siván, además de ser un día semifestivo por ser Rosh Jódesh (Comienzo del mes), tiene otra particularidad también: es el día en que el pueblo de Israel acampó en completa unión y unidad en el desierto del Sinai, frente al monte Sinai.
Los cuatro días siguientes, desde el 2 hasta el 5 de Siván, nuestro Maestro Moshé se dedicó a preparar al pueblo de Israel para recibir la sagrada Torá.
Los tres días anteriores a la fiesta –el 3, 4 y 5 de Siván– son llamados Shelóshet yemé hahagbalá, “Los tres días de restricción”. En esos días los hijos de Israel se aprestaron para la revelación Divina en el monte Sinai, y les fue prohibido subir al monte (Shemot 19:11-15). Es bueno que también nosotros dediquemos estos días a prepararnos para recibir la Torá nuevamente, por medio del estudio y la preparación espiritual, tratando de mejorar nuestro comportamiento con respecto a Dios y a nuestros semejantes.
El 6 de Siván celebramos la fiesta de Shavuot, en la cual recordamos la entrega de la Torá.
El día 7 de Siván: En la Tierra de Israel este día es igualmente semifestivo; se llama Isru jag, y representa el “cierre de la festividad”. En los países de la diáspora el 7 de Siván se festeja el segundo día de Shavuot; e Isru jag es el día 8 de Siván.
Por eso, durante los rezos diarios, la costumbre general es omitir desde el comienzo del mes hasta esta fecha la recitación del Tajanún (la súplica de perdón por los pecados).
Por otro lado, en la época del Templo Sagrado, los días desde el 8 al 12 de Siván también eran especiales: En ellos era posible ofrendar ciertos sacrificios relacionados con la festividad, si no pudieron ser ofrecidos en el día festivo propiamente dicho.
Por esta razón, muchos acostumbran abstenerse de recitar el Tajanún desde el comienzo del mes hasta el día 12 de Siván inclusive.