La Teshuvá
El hombre y su semejante
Elul es un mes de misericordia Divina, especial para el arrepentimiento y el retorno a HaShem. Pero ¿cómo se hace teshuvá en lo que respecta a la relación entre el hombre y su esposa o sus semejantes?
Para responder, leamos lo que escribió el Rambam z”l (Maimónides) en su obra Mishné Torá:
El arrepentimiento y el Día del Perdón sirven para expiar solamente las transgresiones cometidas contra Dios; por ejemplo, si la persona comió algo prohibido. Pero esto no sirve para las faltas que el hombre cometió contra su prójimo; por ejemplo, si alguien golpeó a su prójimo, o lo maldijo, o lo despojó.
Estas cosas jamás le serán perdonadas hasta que no le pague a su prójimo todo lo que le debe y se reconcilie con él. Y no basta sólo con que le devuelva el dinero que le debe, pues también está obligado a reconciliarse con él y pedirle que lo perdone.
E incluso si no hizo más que mortificar al prójimo con sus palabras, debe disculparse hasta que le perdone.
(Leyes de la Teshuvá 3:9)
Arrepentimiento completo
Pregunta el Rambam z”l: “¿Qué arrepentimiento es completo?”
Él explica que hay una señal para reconocer cuando un arrepentimiento es completo: Si al hombre se le presenta la oportunidad de repetir un pecado que cometió en el pasado, pero ahora se aparta de él y no lo comete nuevamente debido a su arrepentimiento –no por miedo o temor, o por alguna imposibilidad–, ¡eso es un arrepentimiento completo!
Por ejemplo, si tuvo relaciones prohibidas con una mujer, y después de un tiempo nuevamente está con ella a solas, y aún la ama, y tiene fuerza física… pero se abstiene y se aparta de ella, ¡eso es un arrepentimiento completo!
Y a esto se refirió el rey Shelomó cuando dijo: “Recuerda a tu Creador en los días de tu juventud…” (Kohélet 12:1).
Y si el hombre se arrepiente solamente en su ancianidad, cuando ya no puede cometer nuevamente esos pecados que había cometido, aunque ese no es un arrepentimiento excelente, igualmente es efectivo, y se considera que se arrepintió.
E incluso si alguien cometió transgresiones durante toda su vida y se arrepintió sólo en el día de su muerte, pero muere con arrepentimiento, le son perdonados todos sus pecados.
A esto se refirió metafóricamente el versículo, al decir: “…mientras aún no hayan oscurecido el sol con su luz, y la luna y las estrellas, y no se hayan alejado las nubes después de la lluvia…” (Kohélet 12:2). Esto enseña que si el hombre recordó al Creador y se arrepintió antes de morir, es perdonado.
(Mishné Torá, Leyes de la Teshuvá 2:1)
Fuentes sobre la teshuvá
- Quien oculta sus iniquidades no prosperará; pero quien las reconozca y las abandone, obtendrá la misericordia de Dios. (Mishlé 28:13)
- Que el malvado abandone su camino, y el hombre inicuo, sus pensamientos; que vuelva a HaShem, y se apiadará él; que vuelva a nuestro Dios, pues Su perdón es grandioso. (Yeshayahu 55:7)
- ¡Vuelvan, oh hijos reincidentes, Yo curaré su reincidencia! (Yirmeyahu 3:22)
- ¡Rasguen sus corazones, y no sus ropas! (Yoel 11:13)
- Rabí Shimón ben Yojai decía: Un justo íntegro que se hace impío pierde todo lo que antes ganó; pero el hombre más impío y vicioso mediante el arrepentimiento consigue el perdón por toda su maldad del pasado. (Tratado de Kidushín 39)
- Las puertas de la oración a veces están cerradas y a veces abiertas, pero las puertas del arrepentimiento siempre están abiertas. (Tratado de Berajot 32)
- Tres cosas pueden anular los malos decretos: la plegaria, la caridad y el arrepentimiento. (Midrash Bereshit Rabá 44:12)
Perlas de arrepentimiento
- Arrepiéntete por lo menos un día antes de tu muerte. Pero como ignoras cuándo morirás, arrepiéntete todos los días de tu vida. ¡Y así resultará que toda tu vida hiciste teshuvá! (Tratado de Shabat 153a)
- Las lágrimas de un arrepentimiento verdadero jamás son derramadas en vano. Que tu arrepentimiento no sea externo y superficial, sino sincero, que emane del interior de tu corazón. (Basado en Yoel 2:11-13)
- Una hora en este mundo dedicada al arrepentimiento y a las buenas acciones es mejor que toda una vida en el Mundo Venidero. Y una hora de paz y calma en Aquel Mundo es mejor que toda la vida en este mundo. (Pirké Avot 4:17)
- Quién se arrepiente de sus pecados, pero no los abandona, se asemeja a alguien que realiza una inmersión en “aguas de purificación” mientras tiene en su mano un animal impuro. Aunque él se sumerja en todas las aguas del mundo, no logrará purificarse hasta que no suelte y abandone la fuente de la impureza. (Tratado de Taanit 16)
- La Mano de HaShem siempre está extendida para recibir a los penitentes. (Talmud Yerushalmi, Tratado de Peá 1:1)
- Desde Arriba, HaShem extiende su Mano protectora por debajo de las alas de los ángeles encargados de la justicia, para tomar a los penitentes y preservarlos de la severidad del juicio final. (Tratado de Pesajim 119)
- Hay tres maneras de arrepentirse públicamente: confesando los pecados; manifestando pena por los pecados cometidos; y realizando buenas acciones, que son como ofrendas ante Dios. (Tratado de Kidushín 40)
- Hay quienes se esfuerzan durante muchos años para ganarse la eternidad, y hay quienes se la ganan en un momento, en un instante de arrepentimiento sincero. (Tratado de Avodá Zará 10b)
- Siete cosas fueron creadas antes de que el universo existiera: la Torá, el arrepentimiento, el Paraíso, el Infierno, el Trono de Gloria, el Templo Sagrado y el nombre del Mashíaj, que redimirá a la humanidad. (Tratado de Pesajim 54a)
- Feliz es el hombre que se arrepiente de joven, antes de llegar a la edad y la vejez que lo obligan a hacerlo. (Tratado de Avodá Zará 2b)
- Las Puertas del Cielo no están cerradas al arrepentimiento, y todos pueden acercarse a ellas. (Tefilat Neilá de Yom Kipur)
- El arrepentimiento se asemeja al mar: así como el mar está abierto para todo el mundo, las puertas del arrepentimiento también están abiertas para todo el mundo. (Yalkut Shimoní, Tehilim, 719)
Disculparse a través de un emisario
Si alguien pecó contra el prójimo debe pedirle perdón y disculparse. Las personas generalmente hacen esto en forma personal. Aunque muchas veces es vergonzoso hacerlo, esa es la mejor forma de reparar el pecado.
Sin embargo, en ciertos casos es de suponer que si se le pedirá perdón al prójimo en forma personal, aquel no querrá perdonar, pero si se le pedirá perdón a través de un amigo en común etc., hay más probabilidad de obtener el perdón.
La pregunta es: ¿se considera válido según la halajá pedir perdón por medio de alguien que sirva de mediador o a través de un emisario?
De las palabras del Rambam z”l (Leyes del arrepentimiento, capítulo 2) se entiende que quien injurió a su prójimo o pecó contra él de alguna manera, debe pedirle perdón y disculparse ante él en forma directa. Sólo si el prójimo no acepta las disculpas, se puede y debe enviar un emisario para que intervenga a fin de obtener su perdón.
Acorde a esta opinión dictaminaron varias autoridades Rabínicas importantes; entre otras: Rabí Yaacov ben Jabib z”l, en su obra Ein Yaacov (Tratado de Yomá), y Rabí Jaím Benbenisti z”l, en su obra Kenéset Haguedolá.
Sin embargo, vemos en el Midrash que Aharón Hacohén intercedía entre dos personas cuando estaban en disputa, y así lograba que cuando encontraran, se reconcilien y amiguen nuevamente. Por eso, otras autoridades Rabínicas escribieron que la mejor forma de comportarse en principio es aquella que se considere más efectiva para obtener el perdón. Así dictaminaron, entre otros, Rabí Jizkiá Da Silva z”l, en su obra Perí Jadash, y Rabí Jaím Palaggi z”l, en su obra Lejaím Birushalaim.
También el Rab Ovadiá Yosef z”l se refirió a este tema en su Responsa Yejavé Daat (parte 5, capítulo 44).
Allí cita además otro Midrash, del cual aprendemos que los hermanos de Yosef enviaron a los hijos de Bilhá para que intercediera entre ellos y Yosef, y así los perdonara. No obstante, el Rab z”l escribió que los Midrashim citados no son suficientes para dictaminar que en principio se puede mandar a un emisario a pedir perdón al prójimo, cuando sólo es de suponer que si se le pedirá perdón en forma personal no querrá perdonar. Primero se debe intentar en forma directa y personal.
No obstante, si alguien tiene la certeza de que el prójimo no aceptará sus disculpas en caso de dirigirse personalmente, o si se trata de una persona intransigente por naturaleza, el Rab Ovadiá Yosef z”l dictaminó que sí se puede y se debe buscar la mediación de un tercero para que logre obtener el perdón y que la relación de amistad se restablezca.