Haftará de Pekudé
Vatishlam kol hamelajá
Melajim I cap. 7:51-8:21
“Así fue concluida toda la obra que el rey Shelomó mandó hacer para la Casa de HaShem. Y trajo Shelomó los elementos consagrados por su padre David, la plata y el oro, y depositó los utensilios en los tesoros de la Casa de HaShem” (Melajim I 7:51).
Después de que fue concluida la obra, y luego de describir todo el trabajo realizado en la construcción del Templo Sagrado de Jerusalem, la Escritura dice que el rey Shelomó lo construyó con su propio dinero. Los utensilios que su padre David había consagrado y donado para solventar la construcción, simplemente los guardó en los tesoros del Templo.
Dios no quiso que su padre David construyera el Templo Sagrado, pues sus manos estaban “manchadas de sangre”. Por eso, Shelomó decidió no utilizar el dinero que su padre había tomado como botín de guerra y consagrado para costear los gastos de la construcción. Él solo pagaría la construcción del Templo.