El sitio destinado a reunir toda la Torá del Rab Iona Blickstein zt”l

5. Tishrei 5786

בס”ד

Haftará de Pinejás

Divré Yirmeyahu
Yirmeyahu
caps. 1-2

En los Shabatot de Ben Hametzarim (“las tres semanas”), después de la lectura de la Torá se leen tres Haftarot que son llamadas en arameo Telatá depuranutá (las tres Haftarot de calamidad o desgracia).

La temática de estas Haftarot no tiene relación con la Parashá semanal, como es habitual, sino con esta época del año. En ellas, el profeta conmina al pueblo de Israel a arrepentirse de sus pecados, para evitar que llegue un castigo del Cielo.

En la mayoría de los años la Parashat Pinjás se lee después del 17 de Tamuz, y entonces la Haftará de Pinejás es reemplazada por la primera de “las tres Haftarot de calamidad”. (En los jumashim esta Haftará figura después de Parashat Matot, la Parashá siguiente.)

Al comienzo de la Haftará leemos que Dios consagra a Jeremías como profeta. Luego le ordena dirigirse al pueblo de Israel y transmitir la Palabra Divino sin temor (Yirmeyahu 1:7-8).

Hacia el final de la Haftará leemos que Dios le ordena al profeta: “Ve y proclama ante los habitantes de Yerushalaim diciendo: ‘¡Así ha dicho HaShem: Recuerdo la bondad de tus mocedades, el amor de tus esponsales, cuando fuiste detrás de Mí a través del desierto, atravesando una tierra no cultivada!’” (Yirmeyahu 2:2).

Y en los versículos siguientes a la Haftará el profeta Yirmeyahu continúa transmitiendo el mensaje de Dios: “¡Casa de Yaacov, escuchen la Palabra de HaShem! Así dijo HaShem: ‘¿Qué injusticia vieron en Mí sus ancestros, que se alejaron de Mí? ¡Ellos fueron tras la vanidad, y se hicieron vanos!’” (Yirmeyahu 2:4-5).

El pueblo se olvidó del Eterno que los sacó de Egipto, los condujo por el desierto y los trajo a una Tierra de campos y viñas, y terminó corrompiendo la Tierra Prometida mediante sus pecados. Por eso el profeta pide al pueblo que reconozca su pecado, y que en medio de su angustia clame a Dios.