Haftará de Reé
Aniá soará
Yeshayahu cap. 54-55
Esta semana leemos la tercera de las siete profecías de consuelo al pueblo de Israel y a la Tierra de Israel.
Al comienzo de la Haftará, el profeta Yeshayahu nos describe “la queja de Tzión”.
La ciudad sagrada se siente “empobrecida, agitada, desconsolada”, pero Dios la consuela y le dice: “he aquí, Yo asentaré con puj tus piedras, y haré tus fundaciones de sapirim” (Yeshayahu 54:11).
Después de la destrucción, Jerusalem está como una mujer menesterosa, cuyo corazón está convulsionado y agitado por todas las aflicciones que ha sufrido. No sólo por su destrucción, sino también por el exilio de sus hijos.
Pero la misericordia Divina jamás la abandonará. Dios le asegura que reconstruirá las piedras de sus pisos con puj y que fortalecerá sus cimientos con sapirim, unas clases de piedras muy caras.
“Y todos tus hijos serán conocedores de HaShem, y gozarán de mucha paz” (vers. 13).