Alegrar y reconciliar a los enemigos
Rabí Beroká solía pasar por el mercado de Bet Lapet, y el profeta Eliahu lo acompañaba. Aparecieron allí dos hombres, y Eliahu le dijo: “Esos dos hombres tienen parte en el Mundo Venidero”.
Rabí Beroká se acercó a ellos y les preguntó: “¿A qué se dedican ustedes?”
Le respondieron: “Nosotros somos divertidos, y nos dedicamos a alegrar y dar ánimo a las personas tristes. Además, cuando vemos dos hombres que están peleados, intentamos hacer que entre ellos reine la paz”.
(Tratado de Taanit 22a)