Animales amigos (1)
Contaba Rabí Jalaftá:
A las serpientes le gusta mucho el ajo en todas sus formas. Al pasar cerca de una casa, una víbora quedo atraída por el olor a ajo. Entró en las casa comió el ajo y dejó su veneno en el plato.
En esa casa había una serpiente domesticada. Al observar lo que ocurrió, llenó el plato de tierra, y así salvó la vida de su amo.
(Talmud Yerushalmi, Tratado de Terumot 8:3)