Un estudiante de Torá estaba muy triste y desalentado. Todos los días estudiaba Torá, ¡pero olvidaba lo que había aprendido!

Su maestro, Rabí Shimón bar Yojai, ya había fallecido. De modo que fue a su tumba, y amargamente se lamentó: “¡Si nunca puedo recordar lo que aprendo, ¿cómo podré convertirme en un Talmid jajam (sabio)?!”

Esa noche tuvo un sueño. Rabí Shimón se le apareció y le dijo: “Si me arrojas tres piedras, vendré”.

“¿Qué significa este sueño?”, se preguntó el estudiante al despertar. Y fue a consultarlo con un Jajam que sabía interpretar sueños.

El Jajam le explicó: “No recuerdas lo que estudias porque no repasas el estudio lo suficiente. Eso es lo que te quiso decir Rabí Shimón, tu maestro. Si repetirás lo que estudias tres veces, lo recordarás”.

El estudiante aceptó el consejo, y desde ese momento ya no olvidaba lo que aprendía.