Propiedad pública
La Guemará enseña que la persona no debe quitar piedras de su propiedad privada y tirarlas a la propiedad pública. Y cuenta la siguiente historia:
Un hombre estaba limpiando su terreno, y arrojaba las piedras a un lugar que era de propiedad pública, sobre el camino.
Un piadoso que pasó por allí le dijo: “¿Por qué sacas piedras de una propiedad de otros y las arrojas en tu propiedad?”
El hombre se rio y siguió con su trabajo.
Pasó el tiempo, y aquel hombre se vio obligado a vender su terreno. Un día, al pasar cerca de su antigua propiedad, tropezó con una de las piedras que él mismo había arrojado y cayó al piso.
Entonces pensó: “Aquel piadoso tenía razón cuando me dijo que yo estaba echando piedras de la propiedad de otros a la mía”.
(Tratado de Babá Kamá 50b)