Asegurarse de que los alumnos entienden lo enseñado
En el primer versículo de la Parashat Mishpatim Dios le dice a Moshé: “Estas son las leyes que pondrás ante ellos” (Shemot 21:1) –ante los hijos de Israel–. El pasuk no dice “Estas son las leyes que les enseñarás”, sino “que pondrás ante ellos”, delante de ellos. Rashí explica el significado de estas palabras:
“Le dijo el Santo, bendito sea, a Moshé: No pienses ‘Les enseñaré una sección o una ley dos o tres veces hasta que la aprendan textualmente, y no me molestaré en hacer que entiendan el sentido de los conceptos y su explicación’. Por eso está escrito: ‘…que pondrás ante ellos’, como quien pone y sirve una mesa ante la persona, para que pueda comer”.
De este versículo aprendemos que cuando enseñamos a otros, no es suficiente repetirles la lección dos o tres veces. El maestro debe esclarecer las ideas de manera tal que el alumno las entienda cabalmente.
El Rab Israel Yaacov Lubshansky z”l sirvió como Mashguíaj (director espiritual) en la Yeshivat Ohel Torá de la ciudad de Baranovitch (Baranavichi, Bielorrusia). Él fue yerno del Rab Yosef Horovitz z”l, el Saba de Novhardok. Más tarde también fue nombrado Gran Rabino de Baranovitch, después del fallecimiento de su padre.
Se cuenta que el Rab Lubshansky trato de influir durante varios meses sobre cierto estudiante. Sin embargo, aunque invirtió mucho tiempo en él, sus esfuerzos no dieron ningún fruto.
Comentó el Rab: “Llegué a un punto que me volví indiferente con respecto a él. Pero un día pensé: ‘Dios no me bendijo con hijos. Supongamos que este joven fuera hijo mío, ¿lo ignoraría? Entonces, ¿por qué lo rechacé? ¿Por qué es hijo de otro?’”
De repente el Rabino cambió de actitud, y su indiferencia se transformó en amor. Él comenzó a trabajar con aquel alumno nuevamente, y finalmente se convirtió en un gran líder espiritual.