Dios no hace injusticias
Cierta vez, un filósofo le preguntó a un Rabí: “¿Cómo un Dios justo puede permitir que ocurran injusticias?”
El Rabí encaminó la discusión hacia una de las teorías del filósofo y la desafió con un argumento poderoso.
El filósofo pudo refutar el argumento y defender la validez de su teoría.
El Rabí le lanzó otro desafío, que el filósofo rechazó una vez más.
Así continuó la discusión, y el filósofo repelió una y otra vez los desafíos del Rabí.
Por último, el Rabí le dijo: “Si hubieras invertido el mismo esfuerzo en rechazar tus desafíos a la Sabiduría Divina, no tendrías quejas contra la forma en que Dios dirige Su mundo”.
La aceptación de la Sabiduría Divina como justa, no sólo hace que el mundo sea tolerable, sino también agradable.