Leemos en la Parashat Sheminí: “Y éstas (especies) abominarán entre las aves, no serán comidas porque son abominación…” (Vaikrá 11:13). Y luego la Torá menciona que una de las especies prohibidas es la jasidá, la cigüeña (en el versículo 19).

En el Tratado de Julín 63a, el Talmud explica: “¿Por qué la cigüeña se llama jasidá (que en hebreo significa: ‘piadosa, caritativa’)? Porque trata caritativamente a sus congéneres y comparte su alimento con ellos”.

El Rambán z”l (Rabí Moshé ben Najman) explica que las especies de aves mencionadas en la Parashá están prohibidas de consumir debido a su crueldad.

Siendo así, pregunta el autor del Jidushé HaRim z”l: ¿Por qué la cigüeña (jasidá) está prohibida? ¿Acaso no es caritativa y bondadosa?

Contestó el Rabí:

La cigüeña solamente hace favores a sus congéneres. Como no los hace a extraños, está considerada impura. El jésed (la bondad y la generosidad) debe ser realizado con todos sin excepción.