Hay un rezo en el cual decimos: “Que Él, que conoce lo que está oculto, acepte nuestro pedido de ayuda y escuche nuestro clamor”.

El Rabí Uri de Strelisk zt”l explicaba estas palabras del siguiente modo:

Sabemos muy bien cómo deberíamos orar, pero aun así gritamos pidiendo ayuda en los momentos de necesidad. El alma desea que gritemos nuestra necesidad espiritual, pero no somos capaces de expresar lo que el alma pide…

Por eso, en este rezo decimos “que Él acepte nuestro pedido de ayuda”; pero también pedimos: “que Él –que conoce lo que está oculto– escuche nuestro clamor”.

Que oiga el grito silencioso de nuestra alma.