¡Ojalá me ocupe de mis asuntos!
Solía decir Rabí Tzví de Riminov zt”l:
Cuando era niño, pensaba: “¿Cuándo será el momento en que pueda arreglar todo el mundo?”
Cuando crecí y vi que eso no estaba en mis manos, dije: “¡Por lo menos voy arreglar los asuntos de mi país!”
Pero entendí que eso tampoco estaba en mis manos… Entonces dije: “¡Solucionaré los problemas de mi ciudad!”
Al ver que no podía hacerlo, dije: “¡Empezaré por mis hijos…!”
Pero ahora digo: “¡Ojalá pueda ocuparme correctamente de mis propios asuntos!”