¿Para qué son los pórticos?
Cuando estamos angustiados clamamos al Todopoderoso para que nos ayude.
El tzadik Rabí Baruj de Mezibuz z”l solía citar las palabras del Talmud: “Los pórticos (celestiales) de las lágrimas nunca se cierran” (Babá Metziá 59a), y preguntaba:
“¿Por qué se necesitan pórticos, si nunca se cierran?
Contestaba entonces:
“Los pórticos están allí para cerrarse si la persona llora incesablemente… Esos pórticos también se cierran cuando la persona reza por algo que en realidad la perjudica…”