La comida sabática
El emperador romano Antonino comió un Shabat con Rabí Yehudá Hanasí, el jefe de la Suprema Corte Rabínica. Se sirvieron muchos platos fríos, pero el soberano los comió con gusto. El emperador fue invitado a otra comida a la casa de líder judío. Como esta vez era un día de entresemana, los platos se sirvieron calientes. Sin embargo, el emperador no los disfrutó como en la ocasión anterior.
“La comida anterior me gusto más”, dijo Antonino.
“Es que a esta comida le falta un ingrediente…”, contestó Rabí Yehudá Hanasí.
“¿Y por qué no se lo pediste a mi cocinero?”, preguntó el emperador.
“El ingrediente que falta no lo tiene tu cocinero. Lo que falta es el Shabat”, replicó el Rabí.