Las labores prohibidas en Shabat
Pregunta
Con respecto a las leyes de Shabat, escuché dos conceptos: Melajá y Shevut. ¿Me podría explicar su significado?
Respuesta
La Torá se refirió al día de Shabat en los Diez Mandamientos, con las siguientes palabras: “Seis días trabajarás y realizarás toda tu labor. Y el día séptimo será Shabat para HaShem, tu Dios; no harás ninguna labor…” (Shemot 20:9-10). Este precepto debe ser cumplido por los hombres y las mujeres, en todas las épocas y en todos los lugares, y se refiere a las 39 Melajot (labores) prohibidas en el día de Shabat.
El número 39 se aprende de la cantidad de labores que fue necesario realizar para construir el Mishkán, el Tabernáculo del desierto, junto con todo lo que éste incluía. La Torá dice que Moshé le transmitió al pueblo la orden Divina de construir un “Recinto para Dios”, y junto con ello les recordó que debían abstenerse de construirlo en Shabat. De ahí se aprende que aquellas 39 labores de desarrollo, construcción y creación debían cesar en Shabat.
Avot, Toladot y Shevutim
Nuestros Sabios se refirieron a dichas 39 labores prohibidas con el nombre de Avot melajá. Literalmente, esta expresión se podría traducir como “Labores principales”, “Labores madre” o “Labores originales”, y se refiere a las labores genéricas, que ejemplifican un prototipo y patrón de acción.
Por ejemplo, cuando la Torá prohibió sembrar (lizróa) en Shabat, la prohibición no se refiere sólo a la acción específica de “introducir las semillas en la tierra preparada para este fin”, sino también a cualquier otra acción similar a ésta en su forma y concepto. Por eso también está prohibido plantar (lintóa), que es “introducir en la tierra una planta, un vástago, un esqueje, un tubérculo, un bulbo, etc., para que arraigue”.
Nuestros Sabios también enseñaron que las 39 Avot melajá (Labores madre) incluyen Toladot, “derivaciones”. Las “Labores derivadas” o “secundarias” son parecidas parcialmente a las “Labores madre”, derivan de las labores principales y genéricas, pero no son totalmente similares a ellas.
Por ejemplo, la acción de regar una semilla o una planta está prohibida en Shabat, y es una Toladá (derivación) de la Melajá de sembrar, pues el riego también tiene por objetivo que la semilla, el brote o la planta se desarrollen y crezcan. No obstante, la acción de regar no es igual al Av melajá de sembrar, como la “Labor madre”, pues la diferencia entre los conceptos de sembrar y regar es bien clara para todos.
También las Toladot, las labores categorizadas como “derivadas” o “secundarias” son prohibidas de realizar en Shabat, y quien las realiza transgrede una prohibición de la Torá.
Por otro lado, así como en todas las mitzvot de la Torá, también en el precepto del Shabat nuestros Sabios han prohibido determinadas acciones adicionales con el fin de hacer un gader, es decir, un “cerco protector” alrededor del Shabat. Las prohibiciones complementarias que nuestros Sabios ordenaron en relación con el Shabat reciben en general el nombre de Shevutim (en singular, Shevut).
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El Shabat a través del tiempo
Con el correr de las generaciones, desde la entrega de la Torá hasta nuestros días, numerosas acciones, labores y trabajos se fueron desarrollando e incluso cambiaron de forma externa aparente. De todos modos, al estudiar los libros de halajá puede que encontremos que cierta acción está prohibida de realizar en Shabat según la Torá, aunque no existía en absoluto en la realidad cotidiana de la época bíblica. Esto se debe a que al estudiar y comprender en profundidad el concepto de dicha acción, labor o trabajo, vemos que su realización implica alguna de las Labores principales o secundarias (Avot o Toladot) prohibidas por la Torá.
Tomemos como ejemplo la acción de viajar en un automóvil normal, o de encender una lámpara incandescente (una bombilla eléctrica de incandescencia). En la época bíblica no existían automóviles ni bombillas eléctricas, pero al comprender como estos inventos funcionan vemos que la acción de viajar en coche o de encender una lámpara incandescente implica “crear una chispa”, “encender fuego o incrementarlo”, “quemar combustible” o “calentar un metal al rojo vivo”. Todas estas acciones constituyen prohibiciones de la Torá en Shabat, y por lo tanto son prohibidas de realizar.
Estas “aplicaciones” que aprendemos de las 39 labores prohibidas en Shabat pueden ser numerosas y abarcar todas las áreas de la actividad humana, según las circunstancias y los adelantos tecnológicos de cada época. Puesto que la Torá es eterna, y también lo son sus principios, cada yehudí –hombre o mujer, joven o adulto– debe estudiar en profundidad las leyes de Shabat para saber cómo conducirse en su tiempo y en su generación.